miércoles, 22 de diciembre de 2010

Los jóvenes de la "Perdida perla austral"

La decadencia estaba dejando en la cuerda floja al gobierno militar de Leopoldo Galtieri, la estrategia de hacer sentir al argentino que ganaba en algo fue tan hipócrita pero tan necesaria que la ingenuidad del pueblo se creyó el cuento de Malvinas, allá por 1982.

Sin embargo, la ingenuidad del pueblo, no dejaba de lado el malestar político y económico que azotaba al país, ni la violación a los derechos humanos que venían usurpando a la seguridad argentina los gobiernos militares.

Ante todo esto, la Junta Militar buscó una excusa para unir al pueblo y generar una sensación de bienestar ficticia: luchar juntos contra el enemigo. El problema fue la manera en que se quiso llegar a ese objetivo, la única quizás que los militares de esa época tenían para conseguir algo: la violencia..

El 2 de abril de ese año se declaró la guerra a los habitantes de las Islas Malvinas para recuperar esas tierras que jamás habían sido ocupadas por el pueblo argentino pero que siempre habían sido enseñadas en los mapas que se dibujaban en el colegio primario.

Miles de jóvenes argentinos fueron enviados a combatir por la patria, mas cerca de la inocencia adolescente que del sueño de ser héroes, fueron entregados a una suerte cargada de especulaciones militares.

Con la ridícula esperanza de que el gobierno de Estados Unidos iba a aliarse a Argentina para luchar contra Gran Bretaña (ignorando la alianza de las dos potencias por su participación en la OTAN, queriendo apoyarse únicamente en el T.I.A.R), y con la creencia de contar con las bendiciones del Consejo de Seguridad de la ONU, empezó una guerra que sería el golpe final que el país recibiría de sus propias fuerzas militares.

Los jóvenes soldados llegaron a un frío inconcebible en estas tierras, cargados con armas de arcaico poder y alpargatas. El día del arribo fue parecido a una victoria, pues la desprevenida isla no se encontraba preparada para hacer frente ni siquiera a los pequeños combatientes argentinos.

Mientras tanto en el país un clima de triunfo desbordado por los medios de comunicación inundaba las calles y los ánimos de la gente. Ese primer día de guerra prometía un desenlace que estaba muy por fuera de la realidad que envolvía al pueblo argentino y a sus jóvenes soldados.

El ataque a las islas hizo reaccionar a Gran Bretaña y demostró que con los grandes no se juega y mucho menos si es con fuego. Casi de inmediato el contraataque fue el golpe gigantesco para el cual los soldados argentinos no estaban preparados ni en sueños.

La única arma masiva con que contaba la Argentina eran los medios de comunicación, con todo su convencimiento sobre la victoria en Malvinas y proclamando a viva voz “¡Argentina a vencer!”. Desde el país todo un pueblo obedecía a la televisión enviando colaboraciones para ayudar a sus jóvenes combatientes...ayuda que no llegó jamás.

Mientras el pueblo mandaba sus donaciones al sur, los chicos que intentaban pelear morían no solo por sus contrincantes, si no también de frío, de hambre, de negligencia...la ayuda de todo el pueblo se estancaba en las manos de los corruptos que comandaban el poder argentino, y paradójicamente algunos soldados ingleses brindaban ayuda a sus contrincantes por la lástima que les generaba el estado paupérrimo en el que se encontraban los enemigos.

La mentira terminó el 14 de julio de ese mismo año cuando el Estado Mayor Conjunto presentó la retirada de tropas de las islas. Al día siguiente una plaza enardecida al caer en cuenta de las atrocidades cometidas fue duramente reprimida por las fuerzas militares. Pero ya nada volvería a ser lo mismo.

Se puede decir que los más de 700 muertos y 1500 heridos que dejó la guerra (sin contar el enorme y superior número de soldados suicidados luego de la misma) consiguió una victoria aun mayor que recobrar las Islas Malvinas. Gracias a todos esos jóvenes, el país dio finalmente el paso decisivo para volver, luego de tantos años de dictadura, a vivir en democracia.
 

martes, 2 de noviembre de 2010

EL OLIGOPOLIO DE LA COMUNICACIÓN

Hubo una vez en que el país fue vendido casi por completo, uno de sus bienes mas preciados pasó a manos de empresas privadas, muchas de ellas extranjeras. Este bien: la libertad a la información –producirla, distribuirla, recibirla- dio un giro que marcaría al pueblo argentino para el resto de la historia.
 Todo comenzó en el año 1989, bajo la presidencia de Carlos Saúl Menem, en un contexto de capitalismo global, el presidente de ese momento decidió que la forma más pertinente para reavivar la economía y acrecentar el pluralismo era crear una ola de privatizaciones.
 En esa ola fue arrastrado todo el sistema que tenía que ver con las comunicaciones: radios, diarios, televisión y telefónicas. Y tras una modificación (torpe o astuta) de la ley de Radiodifusión nº 22.285 heredada del gobierno militar de Videla, una nueva categoría surgió: la de los “Grupos Multimedia”.
 A continuación se dio un remolino de nuevos grupos que fusionaban sus prestaciones para crear un bloque fuerte que hiciera frente a posibles competencias. Empresarios y hasta funcionarios políticos, muchos de dudoso pasado, fueron ganando poder y asentando un colchón económico que los respaldaría frente a cualquier situación futura.
Las fusiones, alianzas o compras que se hicieron no fueron de fácil seguimiento a la hora de determinar sus orígenes. A partir de los paquetes multimediaticos ya no solo se ofrecerían simples servicios de acceso a la comunicación e información, sino que cada grupo seria estandarte de una ideología que a través de su instalación copiosa en la agenda mediática y política ganaría adeptos entre el público.
Y es que hablando de agenda, de ahora en más, ya no sería el aparato del gobierno, del Estado quien la crearía, sino que los medios de comunicación, nuevo actor social serian los encargados de establecerla guiando a la opinión pública y moldeándola a su gusto y placer. 
En un principio la gran división se reflejaba en los grupos que eran menemistas y los que eran anti menemistas, como el caso del Grupo Clarín. Los dos tipos de grupos mostraban su cara de la moneda partiendo de las mismas noticias.
Y el tiempo fue potenciando estas cuestiones, hasta llegar a su máxima expresión en el presente. Los medios son oficialistas u opositores sin otra vuelta, y muchas veces la noticia es la confrontación entre estos dos tipos de grupos.
 Entre tanto mareo y agobie mediático, una medida quiere dar el batacazo y repatriar a tantos medios y que lo que para aquel presidente de patillas significó generar mayor pluralismo entre los medios, ahora sea de otra manera.
 Es el gobierno K y el replanteamiento de la ley de medios, vigente desde su creación en aquellos años de dictadura. Con promesas de despotenciar oligopolios privados y brindar oportunidades a medios comunitarios, universitarios y hasta a pueblos originarios.
 Promesas y mas promesas, como en todos los gobiernos se suceden y de las que pocas certezas el pueblo puede tener hasta que no las ven, no las palpan, no se benefician. Como un chip que se carga de información brindada por los medios, quizá que cambien de manos no sea una solución para formar ciudadanos con mayor capacidad de elección.
Que se produzca una re estatización de estos medios quizá no sea sinónimo de pluralidad informativa. Muchos cambios podrán favorecer a la Argentina en materia de comunicación, pero nada garantiza que el problema del oligopolio no solo no se solucione, sino que simplemente cambie de manos para ser un nada más que un vocero oficial.






http://www.iade.org.ar/modules/noticias/article.php?storyid=1926
http://www.panoramaaudiovisual.com/2010/04/01/texto-integro-de-la-ley-general-de-la-comunicacion-audiovisual/

“No es una revolución, majestad, es una mutación”. Nanterre

“¿Por qué en la tele muestran siempre tantas cosas de los sesenta?”(Maria Emilia B, 8 años); y es que para alguien nacido en el 2000 muchas cosas que hoy están naturalizadas las imaginan como una característica mas del mundo adulto, sin pensar en su génesis, en que todo tuvo un acto inicial.

Los sesenta fue una década totalmente revolucionadora, el arte y la música tomaron nuevas formas y colores y se imprimieron mayoritariamente en los jóvenes. Una época plasmada de provocaciones juveniles, donde los todavía “no adultos” no temían hacerse escuchar como si había ocurrido, sin ir lejos, con sus propios padres.

La ideología hippie se penetró en aquellos que estaban llegando a los veinte años y se expandió hasta los que tenian la edad de creer en el amor libre. Los universitarios también impregnados en esa realidad comenzaban a ver las cosas de otras maneras, querían hacerse valer.

Era el año 1968, algo no andaba bien en Francia, el Barrio Latino donde estudiantes de todo el pais se reunían tenia un humor diferente ese 19 de abril. Dos mil universitarios se encontraban allí organizando su repudio al atentado que había acabado con uno de los lideres de la rebelión juvenil europea: Rudi “el Rojo”.

Las criticas al sistema universitario, que era considerado por los jóvenes como una estructura anticuada que no permitía una posible salida laboral profesional, tocaron techo y aquellos estudiantes cobijados bajo el ala de los pensamientos de importantes teóricos como Jean Paul Sastre y Herbert Marcuse, decidieron dar el primer paso: procedieron a la ocupación del campus universitario de Nanterre, germen de las ideas revolucionarias.

Y a partir de ese momento sucedió algo que marcaría al resto de la historia; sucedió en la gloriosa década del sesenta, en un escenario particular y con miles de protagonistas. Ocurrió en el transcurso de trece días, del 3 al 15 de mayo de 1968, seiscientos mil estudiantes tomaron inicialmente las universidades llamando a huelga general.


La voz se fue corriendo y pronto las calles francesas se inundaron de huelguistas que marchaban, el numero de estudiantes llegó a un millón y se logró una importantísima alianza con los sectores de trabajadores, se consiguió la buscada coalición entre la clase subalterna con la inteligencia universitaria.

Con esta multitud tras las espaldas, los lideres de las manifestaciones (como Daniel Cohn-Bendit) tenian esperanzas en conseguir, entre otras cosas, que se dejen de lado los clasismo, que se defienda a la ecología y al medio ambiente, que se instale la liberación femenina y que el amor sea por fin libre sin ataduras de prejuicios.
Pero todos esos sueños se quedaron en ese Mayo, sin lograr demasiados cambios, los estudiantes volvieron de a poco a su rutina. Lo que quizás ellos nunca sospecharían fue que ese “su” movimiento seria la inspiración a numerosas revoluciones latinoamericanas por ejemplo, que la unión entre estudiantes y trabajadores marcaría un precedente y  que la voz que hicieron escuchar a través de la gran manifestación, les contaría a todos los pueblos su derecho a expresarse libremente sin temores.

El curso de la historia fue otro a partir de la década de los sesenta, gracias a todos aquellos valientes que reformularon las condiciones tradicionales de vida, aprendimos a ser un poco mas libres. Es por todo esto y más que esos años fueron tan importantes Maria Emilia.




http://www.dim.uchile.cl/~anmoreir/ideas/graffiti.html
http://www.portalplanetasedna.com.ar/mayo_frances.htm

martes, 5 de octubre de 2010

Reforma Universitaria 1918: EL INICIO DE LA REVOLUCIÓN JOVEN EN ARGENTINA

 La sangre en ebullición, posturas ideológicas a flor de piel, luchar por los intereses hasta lograr concretar los objetivos...el fin: justicia social, igualdad para todos. Un conjunto de características que bien podrían reunir cualquier grupo de jóvenes estudiantes.

Pero las inquietudes adolescentes no tuvieron desde un principio la fuerza suficiente para enfrentar el duro mundo adulto, hasta que un día de 1918, rondando la Universidad Nacional de Córdoba, un grupo de jóvenes estudiantes dijo BASTA.

En un contexto de estricto conservadurismo la institución educativa cordobesa se fue convirtiendo de a poco en un claustro del clero, donde se reproducía la organización como un sistema feudal y se suprimían teorías científicas elementales (de la evolución por ejemplo) por ser contradicentes del fanatismo religioso.

Este hecho combinado a otros más (incluyendo la clausura momentánea de la Universidad) comenzaron a encontrar una contracara interesante: la libertad ya instaurada de la ley Saénz Peña (voto secreto y obligatorio en 1912) más las intensas corrientes inmigratorias con esperanzas de progreso individual y colectivo, comenzaron a dar mayor confianza al pueblo que quería progresar.

A partir de estos elementos, los jóvenes reformistas se sintieron preparados para exigir condiciones que les garantizaran una educación más honesta y profesional. Dentro de lo reclamado se encontraba el pedido de docencia libre, cátedras paralelas, concursos públicos, extensión universitaria y periodicidad de la cátedra, entre otros.

La lucha no fue fácil y la violencia no se hizo ausente, pero luego de la perseveración de estos jóvenes la revolución educativa se hizo una realidad y sus reclamos se cristalizaron en hechos concretos, todo a su debido tiempo por supuesto, que Argentina siempre fue igual.

Este gran paso alentó al resto del país y consecuentemente al resto de América Latina. Marcó el inicio de la lucha universitaria por los intereses de los estudiantes más que de los politicos, generó la creación de centros de estudiantes capaces de resolver inquietudes y defender a los jóvenes intelectuales.

Gracias a ese grupo de incansables reformadores la educación en Argentina tuvo un viraje positivo. Hoy a casi cien años de esta revolución, los estudiantes del país siguen el ejemplo y no pierden las fuerzas en luchar por mejoras edilicas, concursos públicos más transparentes y mayor participación en las decisiones institucionales.

Hoy los alumnos de la patria muestran en televisión sus "ganas de aprender" en un lugar seguro y limpio. Lo que no es todavía claro, es si al igual que aquellos jóvenes de 1918, ellos mismos tienen objetivos tan claros con vistas a apliaciones posibles que garanticen el progreso intelectual para todos.

Por aquel entonces tampoco fue fácil lograr captar la atención de los funcionarios sobre los centros universitarios. Ojalá que al compartir los mismo edificios, hoy históricos por su antigüedad, la iluminación caiga sobre los estudiantes de este presente y puedan lograr cambios como aquellos reformadores, antes que un escombro aplaste sus ideas.

http://www.tn.com.ar/sociedad/115682/alumnos-decidieron-no-acampar-en-el-ministerio-de-educacion-porteno
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Actualidad periodística: CONSTRUYENDO NOTICIAS


 La batalla mediática existente en la actualidad en Argentina saca a la luz varias cuestiones que antes no se habian expresado tan grotescamente con respecto a los medios. Clarín, Tiempo Argentino, Página 12, La Nación, Perfil, etc., dejaron de ser símbolos de diarios con personalidad propia para pasar a convertirse en pancartas políticas, en pantallas anunciantes de poderosas empresas.

Es que a partir del brusco cambio de fines de los noventa en los medios con su casi total privatización, sobrevivir periodísticamente comenzó a ir de la mano de la idea de "transar" con la empresa dueña. El diario pasó de medio de comunicación a medio de negociación, y la creación de empresas multimediáticas maximizó este hecho.

Las noticias dejaron de ser objetivas de la realidad (si es que alguna vez lo fueron) para ser una construcción con elementos de ficción; noticias hechas para la publicidad, para atraer clientes en vez de lectores.

Pertenecer a un multimedia quita rasgos de libertad a los periodistas. Se cuida la emisión de opiniones por temor a afectar a algún empresario "amigo". Esto a la vez hace de blanco fácil para el gobierno de turno, claro ejemplo y avasallante el que se da en la actualidad con el Grupo Clarín.

A veces se nubla la razón e impide recordar el noviazgo que el gobierno kirchnerista mantenía con el grupo Herrera de Noble, hasta que un día, intereses empresariales de por medio, Clarìn "le metió los cuernos" al gobierno con el campo y todo se vino en picada.

Cual novia despechada fueron usados mil y un argumentos para dejar en claro, frente a todo un país, que el Grupo Clarín no era lo que todos pensaban. Caballo de batalla al frente, se usó como mayor pretexto cualquier tipo de relación respecto a la violación de los derechos humanos (ciertos o no).

Y del otro lado del asunto, Clarín demostró hasta el hartazgo los motivos por los cuales habia decidido "romper" con el gobierno K.

Si hasta este momento, usted argentin@, no reconoció ninguno de estos hechos, entonces es  porque usted debe ser el dueño de la fórmula del periodismo objetivo. Está claro que las noticias se construyen, a pesar de que los hechos sigan existiendo para todos por igual, contarlos es cuestión de principios...económicos.


Mas información:
http://t0wn3r.blogspot.com/2010/04/multimedios-argentina.html

http://www.uberbin.net/archivos/derechos/kirchner-vs-clarin-capitulo-fibertel.php